Este pintor y escultor nació en Rosario (provincia de Santa Fe, argentina), el 19 de febrero de 1899, siendo hijo del escultor Luis Fontana; y murió en Comabbio, Italia, el 7 de septiembre de 1968. Hace poco hemos podido ver obras suyas en la subasta de arte contemporáneo de Milán, con una gran presencia.
Su obra es considerada controvertida, al igual que su pensamiento, que influyó tanto en Italia como en Europa.
A los seis años se fue a Italia, donde estudió en el Instituto Técnico Carlo Cattaneo y en la Academia Brera de Milán (1920). Además, formó parte del ejército de este país y combatió en la Primera Guerra Mundial, por lo que recibió una medalla de plata al mérito. En 1921 regresó a su patria, donde estuvo siete años. Allí trabajó como escultor junto a su padre, hasta que en 1924 abrió su propio estudio.
Sus primeros encargos fueron el monumento a Juana Blanco (cementerio del Salvador-Rosario), en 1926, bajo la influencia de Maillol (en el modelado y en la composición). En 1928 regresó a Italia, e ingresó de nuevo en la Academia Brera, donde tuvo como maestro a Adolfo Wildt. Dos años más tarde presentó su primera exposición, organizada por la galeria Il Milione, en Milán.
En la década de 1930 logró romper con la tradición académica y se unió al movimiento abstracto milanés, dejándose influir por el futurismo.
Entre 1934 y 1939 vivió en París, donde conoció a Miró, Brancusi y se vinculó al grupo Abstraction-Creation. En ese entonces realizó relieves en terracota, lápidas grabadas en cemento coloreado y esculturas cerámicas (Naturaleza muerta).
En 1939 regresó a la Argentina, abandonó la abstracción y comenzó a dedicarse a la escultura figurativa de tendencia expresionista. En 1946 fundó, en su país, la academia Altamira y dio a conocer el Manifiesto Blanco. Al año siguiente regresó a Milán, donde fundó el movimiento espacialista. Ese mismo año redactó su primer Manifiesto Espacial, luego hizo tres más: el segundo (1949), tercero (1950) y cuarto (1951).
En 1949 realizó los primeros buchi (lienzos agujereados) e inició la serie Concepti spaziali (1949-53), donde perforaba la tela con orificios y cortes. Entre 1951 y 1958 hizo la serie Pietra, en la que incorporó cristal de Murano. Más tarde llevó a cabo las primeras ambientaciones espaciales, iluminadas con luz negra.
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